El 3 de mayo, el Cónsul General Wang Jialei publicó en Comercio Exterior un artículo de opinión bajo el título "Abrazar una nueva era de cooperación". A continuación el texto completo de la nota:

Las relaciones entre China y América Latina han entrado en una nueva era, caracterizada por la igualdad, el beneficio mutuo, la innovación, la apertura y el bienestar de nuestros pueblos, tal como lo ratificó el Presidente Xi Jinping. A pesar de los cambios inéditos en la configuración internacional, las confrontaciones geopolíticas, las roturas en las cadenas globales de producción y suministro, así como la pandemia por COVID-19, se ha observado una confianza política recíproca cada vez más profunda y una expansión continua de la cooperación entre China y los países de la región.

Desde 2012, China ha mantenido el segundo lugar como socio comercial de América Latina. Nuestros lazos económicos y comerciales han mostrado aún más resiliencia durante la pandemia, siendo China una importante fuerza motriz para la recuperación económica de América Latina. El comercio entre China y la región casi alcanzó los 500.000 millones de dólares en 2022.A finales de 2020, el stock de inversión directa de China en la región alcanzó los 629.810 millones de dólares. En 2021, el valor de los nuevos contratos de obras firmados por empresas chinas en América Latina fue de 19.980 millones de dólares y la facturación fue de 7.970 millones de dólares.

China es el principal origen de las importaciones de Bolivia, una importante fuente de financiamiento y contratista de varias obras que se ejecutan en el país. Las empresas chinas desempeñan un papel relevante en el proceso de industrialización y sustitución de importaciones en Bolivia. Por ejemplo, la planta siderúrgica del Mutún tiene previsto finalizar la construcción a finales de 2023 y producir 200.000 toneladas anuales de acero para satisfacer el 50% de la demanda del mercado boliviano. Recientemente la empresa china Catl, líder mundial en la producción de baterías de litio, llegó a un acuerdo con YLB sobre un programa de inversión para construir dos grandes centros de extracción de litio en los Departamentos de Potosí y Oruro. Además, las instituciones concernientes de China están evaluando positivamente el financiamiento para el proyecto de la planta refinadora de zinc en el Departamento de Oruro.

Las exportaciones de Bolivia a China están abriendo un nuevo mercado para los bolivianos. Los productos agropecuarios, como la soya, la quinua, la carne de res, el sésamo y el café, ya están habilitados para ingresar al mercado chino. China, con 400 millones de personas de ingresos medios y una economía en constante crecimiento, es un mercado ilimitado para Bolivia. En mi modesta opinión, los productores agropecuarios bolivianos, en particular de Santa Cruz, pueden aprovechar aún más los protocolos ya firmados para aumentar sus exportaciones al enorme mercado chino.

El potencial de la cooperación en la inversión es gigantesco. Las empresas chinas están interesadas en invertir en los sectores minero y agropecuario y la explotación petrolífera, y están haciendo preparativos para participar en la licitación internacional de la extracción directa de litio. Siendo un socio estratégico, China está dispuesta a contribuir a la industrialización y sustitución de importaciones de Bolivia.

Para aumentar la cooperación en la inversión, es necesario optimizar aún más el entorno de inversión y proteger mejor los derechos e intereses de quienes deseen invertir en territorio boliviano. De esta forma,  Bolivia podrá atraer, sin lugar a dudas, numerosas inversiones.

Un mayor apoyo y comprensión por parte de las organizaciones sindicales es imprescindible para las inversiones extranjeras. Agradecemos el apoyo que brindaron las autoridades nacionales y subnacionales y las comunidades locales a las empresas chinas. El gobierno chino siempre exige que las empresas chinas acaten las leyes y reglamentos de Bolivia y respeten integralmente las costumbres y culturas locales. No obstante, las empresas chinas enfrentan de vez en cuando barreras y divergencias con las organizaciones sindicales. Esperamos que sean más incluyentes y abiertas a las empresas extranjeras, incluyendo las chinas, para que los proyectos sean de ganancia mutua.

De igual manera, es menester mejorar las condiciones infraestructurales e instalaciones de soporte, como carreteras, suministro eléctrico y de agua potable y gas, entre otros, que son imprescindibles para llevar adelante los proyectos de inversiones. Las empresas chinas podrán también cooperar y apoyar en la mejor del entorno empresarial boliviano.

El Consulado General de China en Santa Cruz está dispuesto a trabajar con los diversos sectores locales para impulsar el intercambio interempresarial, aumentar el conocimiento recíproco y llevar la cooperación China-Bolivia a un nuevo nivel.